La Revisoría Fiscal en una copropiedad se encarga de garantizar que todas las actividades financieras y administrativas se realicen de manera correcta y transparente. Este servicio actúa como un vigilante independiente que revisa y verifica las cuentas, los ingresos y los gastos del conjunto residencial.

El revisor fiscal asegura que los fondos de la copropiedad se usen adecuadamente y conforme a las decisiones tomadas por la asamblea de copropietarios. También verifica que las normas legales y los reglamentos internos se cumplan, protegiendo así los intereses de todos los residentes.

Al realizar auditorías periódicas, el revisor fiscal detecta posibles irregularidades o errores, proporcionando recomendaciones para mejorar la gestión financiera. Además, presenta informes detallados en las asambleas, lo que permite a los copropietarios estar informados sobre el estado financiero de la copropiedad.